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Incentivos para mejorar la reproducción
reduciendo los días abiertos

Steven L. Berry, DVM, MPVM
Universidad de California

Extractado por el Editor de COOPRInforma, Carlos Lizana G., Osorno, Chile.


Antes de diseñar programas efectivos de incentivos para empleados responsables de la reproducción del rebaño, es necesario desarrollar un plan de monitoreo. Muchos parámetros pueden ser usados para monitorear el rendimiento reproductivo del rebaño, algunos de los cuales serán explicados seguidamente.

Tres simples medidas darán una buena idea de la eficiencia reproductiva global:
 
Tabla 1
MEDIDA Valor Excelente
Promedio de días en leche para todas las vacas en lactancia 160
Porcentaje de las vacas en lactancia con preñez 55-60
Promedio de días abiertos de las vacas preñadas 110
 

Si el predio presenta un buen promedio productivo y estas medidas indican un rendimiento excelente, no hay necesidad de complicarse más con la evaluación. Si el rendimiento es mucho menor que esto, entonces es preciso investigar más detenidamente para determinar donde concentrar el esfuerzo para mejorar el rendimiento. Cada administrador debería establecer objetivos razonables para el rebaño y el personal.

Para comprender mejor los valores indicados en la tabla, separemos el ciclo anual de la vaca (se asumirá un óptimo de 12,8 meses entre partos, 390 días) en sus dos componentes:

Las vacas necesitan 50 a 60 días de período seco para que la glándula mamaria se recupere de la lactancia previa y se prepare para la siguiente lactancia. Si ellas tienen mucho menos de 50 días, su producción será menor en la siguiente lactancia y si el período seco es mucho mayor, los costos de mantención serán más altos y las vacas tenderán a engordarse. Vacas más gordas están más predispuestas a problemas metabólicos y a baja producción.

Considerando una duración de gestación promedio de 280 días, quedan alrededor de 110 días para que la vaca se recupere del parto y quede gestante, si se pretende tener un intervalo entre partos de 390 días. Si el diagnóstico de preñez se realiza en promedio a los 40 días post cubierta, entonces podría esperarse tener alrededor de 60% del rebaño con preñez informada en todo momento.
 
(280 - 40)

390 días

Dado que nada es perfecto, un valor de 55% puede ser excelente para un intervalo entre partos de 12,8 meses. Si la realidad se aleja notablemente de los valores indicados en la tabla 1, es conveniente examinar donde radica el problema. Si los días abiertos son excesivos y no existen mayores problemas de enfermedades infecciosas, es posible que la detección de calores o la tasa de concepción sean las causantes del incremento. Para determinar cómo participa cada uno de estos factores, se particionan los días abiertos (DA) en sus componentes. Estos incluyen el período del parto hasta el momento en que la vaca es elegible para ser cubierta (período de espera voluntaria, PEV). Las vacas que se empiezan a cubrir antes de los 50 días es probable que presenten menor fertilidad. Adicionalmente, dado que las vacas entran en calor al azar, debe esperarse 11 días en promedio (la mitad de un ciclo) para que una vaca entre en calor. Si se considera un PEV de 50 días, se dispondrá de 49 días (110 - 50 -11) para que una vaca quede preñada. Los 49 días para la concepción pueden subdividirse en dos componentes:

DPFC es igual al número de servicios por concepción (SC) menos 1, multiplicado por 21.

DPCP puede entonces ser estimado por la siguiente fórmula:

DPCP = DA - (EV+11+DPFC)

Consideremos el siguiente ejemplo:

DA, Días Abiertos = 134

SC, Servicios por Concepción = 2,4

PEV, Período de Espera Voluntaria = 50 días

DPFC=(2,4-1)x21=29 días

DPCP=134-(50+11+29)=44 días

Se aprecia que se perdieron 29 días por fallas en la concepción y 44 días por calores no detectados, lo cual indica que tanto la detección de calores como la técnica de inseminación artificial requieren alguna revisión, aunque la detección de calores es probablemente el problema más serio. Un problema de este método es que asume que todas las vacas cubiertas estaban realmente en calor. Si se determina que la detección de calores es el mayor impedimento para mejorar el rendimiento reproductivo, entonces el programa de incentivos debería ser basado principalmente en detección de calores. Si la tasa de concepción es el principal factor limitante del rendimiento reproductivo, entonces el plan de incentivos debería estar basado en tasas de concepción.

Los incentivos pueden ser ofrecidos periódicamente a los empleados responsables del rendimiento reproductivo. La estructura del programa de incentivos debe ser específica para cada empresa. Los incentivos no deberían ser usados en reemplazo de un sueldo base, sino en cambio para premiar un rendimiento superior. El programa de incentivos debería ser tan simple como sea posible. Un plan que debería funcionar es ofrecer a los empleados un salario por un nivel de rendimiento satisfactorio, con un incentivo aplicable en la medida que mejora la eficiencia reproductiva más allá de lo satisfactorio. O, si la eficiencia reproductiva es ya excelente, entonces se puede ofrecer un salario base más un cierto incentivo para mantener el rendimiento a ese nivel.

Los siguientes ejemplos corresponden a algunas sugerencias de incentivos que han operado exitosamente en diferentes zonas de Estados Unidos.

© Universidad de California, 2000.


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Pago de Incentivos en Lecherías
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16-XI-2004